El Udinese, dirigido por Kosta Runjaic, atraviesa una temporada irregular que lo mantiene en la mitad baja de la tabla con 18 puntos, reflejando un rendimiento inconsistente. En sus últimos cinco compromisos el equipo solo ha conseguido una victoria y ha sufrido cuatro derrotas, una dinámica negativa que expone sus dificultades actuales. La reciente caída por 1-2 ante el Genoa volvió a poner en evidencia sus problemas defensivos, ya que acumula 22 goles recibidos en 14 partidos. Además, su desempeño como local ha sido discreto, con dos triunfos, dos empates y tres derrotas, un registro que muestra la necesidad de mejorar la solidez y la regularidad para revertir la situación.
El Napoli, bajo la dirección de Antonio Conte, se ha consolidado como uno de los equipos más sólidos y competitivos de la Serie A, ubicándose actualmente en la segunda posición de la tabla con 31 puntos tras ganar diez de sus catorce partidos disputados. Aunque llega a este compromiso después de una derrota por 0-2 frente al SL Benfica, su rendimiento en el torneo local ha sido notable, respaldado por victorias de alto impacto como el reciente triunfo por 2-1 ante la Juventus. Con un balance de 22 goles anotados y 12 encajados, el conjunto napolitano muestra un equilibrio muy bien trabajado entre fortaleza defensiva y eficacia ofensiva, características que lo mantienen como un serio aspirante en la lucha por los primeros puestos.
