El Club Brugge llega a este compromiso inmerso en una dinámica irregular, marcada por su reciente derrota 3-2 ante Sint-Truiden, un resultado que volvió a dejar en evidencia sus problemas defensivos, ya que el equipo continúa encajando goles con demasiada facilidad y eso limita su capacidad para convertir buenos tramos de juego en puntos. Sus últimos encuentros reflejan una mezcla de victorias ajustadas y caídas dolorosas: logró imponerse 2-1 como visitante ante Oud-Heverlee y 1-0 en casa frente a Charleroi, pero también sufrió derrotas ante Antwerp (0-1), Sporting (0-3) y Anderlecht (0-1). Esta secuencia muestra a un Brugge competitivo, pero sumamente dependiente de su eficacia en las áreas y especialmente vulnerable cuando el rival presiona con constancia, lo que evidencia la necesidad de corregir su fragilidad defensiva para aspirar a una mayor regularidad.
El Arsenal llega a este compromiso después de una derrota 2-1 ante el Aston Villa que frena ligeramente su impulso, aunque no empaña el buen rendimiento que venía mostrando con victorias como el 2-0 frente al Brentford, el 3-1 ante el Bayern Múnich y el contundente 4-1 sobre el Tottenham, además de un empate 1-1 con el Chelsea. En este tramo reciente se observa un equipo con un potencial ofensivo muy elevado, capaz de producir goles con regularidad y de protagonizar partidos que superan con frecuencia la barrera de los 2.5 tantos, tanto en la Premier como en la Champions. No obstante, esta fortaleza convive con algunas dudas defensivas, especialmente en sus salidas como visitante, donde ha encajado goles de manera reiterada. En conjunto, el Arsenal se presenta como un equipo poderoso y ofensivo, aunque con aspectos por ajustar para alcanzar una mayor solidez lejos de casa.
