El Qarabag llega a este compromiso inmerso en una racha muy favorable, con cuatro victorias, un empate y solo una derrota en sus seis partidos más recientes, destacando especialmente los triunfos consecutivos ante Karvan Evlakh por 3-0 y 2-0, así como un valioso 4-2 como visitante frente a Sumgayit, resultados que reflejan su capacidad ofensiva y su buen nivel de reacción. En la Champions también ha mostrado competitividad, acumulando dos victorias, un empate y dos derrotas, con un total de ocho goles anotados, lo que confirma su vocación ofensiva y su disposición a proponer en campo rival. Sin embargo, los nueve tantos encajados exponen ciertas desatenciones defensivas que se agravan cuando el oponente aumenta el ritmo, por lo que el gran desafío del equipo será encontrar mayor solidez atrás para complementar su buen desempeño en ataque.
El Ajax llega a este enfrentamiento con sensaciones encontradas, pues aunque sus últimas dos victorias —3-1 ante Fortuna Sittard y 2-0 frente a Groningen— trajeron un respiro necesario y cortaron una mala racha, esas alegrías contrastan con las derrotas recientes sufridas frente a Benfica, Excelsior, Utrecht y Galatasaray, que evidencian problemas más profundos en su rendimiento. Su situación en la Champions es aún más preocupante: cinco derrotas en cinco partidos, apenas un gol marcado y dieciséis recibidos, cifras que reflejan no solo una defensa vulnerable, sino también una marcada falta de contundencia ofensiva. El equipo neerlandés ha mostrado dificultades para sostener el ritmo y la exigencia del nivel europeo, especialmente ante rivales que presionan y atacan con determinación, lo que subraya la necesidad urgente de ajustes para recuperar competitividad.
